
Anabella Fernández - Directora Medio Ambiente
Anabella Fernández: el trabajo por una ciudad más sostenible y la efectividad de los controles del uso de agroquímicos en Gral. Madariaga
Anabella Fernández es Directora de Medio Ambiente de Gral. Madariaga y hace [CUANTOS] años trabaja para lograr prácticas que sean favorables al medioambiente. Uno de sus grandes trabajos fue lograr un basural a cielo abierto sin olor.
La funcionaria contó sobre las regulaciones que dispone el municipio para regular el uso de agroquímicos, expuso sobre 3 casos en los que la Municipalidad de la ciudad intervino en favor de hacer cumplir lo ya escrito, facilitó el acceso a algunos de los expedientes en los que se denunció esta temática y expresó su preocupación por la imposibilidad de hacer controles en un espacio de tal extensión.
Desde el cargo más alto a nivel municipal en Medio Ambiente, afirma que su trabajo "no es llegar al punto de la multa, sino concientizar para tratar de prevenir el problema". Además, sostiene que las multas en estos casos suelen ser irrisorias para los propietarios, por lo que está convencida de que esa no es la solución.
– ¿Podrías contarnos el caso más grave dónde se trató este tema y a que instancia se llegó?
Bueno, una EMPRESA PRIVADA fumigó con glifosato en un lote cerca de dónde se encuentran pozos de captación de agua, faltando a la ordenanza que indica que no se puede fumigar en una zona periurbana delimitada. Y no sólo fumigó igual, sino que no presentó nada de lo que dice la Ordenanza: ni Receta Agronómica, ni habilitación, ni profesional a cargo para supervisar, nada. Al final, se le termina poniendo una multa. Es una empresa relativamente nueva en Madariaga, entonces se lo citó a dar aviso, se hicieron varias reuniones donde se comentó sobre la ordenanza vigente, pero a pesar de esto, lo volvió a hacer. Y es ahí dónde se llega al punto que llegó, pero nuestro objetivo como Municipalidad no es llegar ahí, sino tratar de prevenir, porque la multa no siempre es significativa para los propietarios. En este caso se trató de una persona o empresa que hizo todo mal, porque el problema no es aplicar, sino cuando las dosis son pasadas y no se presenta nada.
– ¿Creés que se podrían haber hecho pruebas para demostrar la cercanía con los pozos de agua?
El problema que hay en cuánto a las pruebas y/o análisis de contaminación que se podrían hacer, yo te puedo decir que está comprobado que no hay translocación a las plantas si no hay dosis elevadas, pero no podemos hacer un testeo cada vez porque no hay suficiente presupuesto y los casos serían interminables.
– ¿Hay otros casos "menos graves" pero que sienten precedente también?
Hay un segundo caso en el que presentan el expediente, la Receta Agronómica, qué productos se usan, etc. Este es un ejemplo de cómo debe ser correctamente. También era lindero a los pozos de agua y el Área periurbana que establece la Ordenanza, pero estaban haciéndolo con un profesional que sabe y con todos los papeles en regla, cosa de que esté todo bien aplicado para que no haya contaminación. Este es un caso de cómo hacer todo bien y por eso creo que sirve como referencia.
Y después, un tercer caso, en el que una señora decía que la estación de servicio tenía vuelco de fluentes y tiraba bidones de glifosato. Ahí se hicieron análisis de esa agua y los resultados dicen que no, lo comprobamos con un laboratorio.
Un último que no es caso porque no se llegó a nada fue uno que, si bien hizo todo bien, los vecinos lo denunciaron. Porque no saben que tiene todo presentado y en regla entonces van y lo denuncian igual. De hecho hay 2 denuncias en fechas distintas: una el 4 de abril y otra el 12 del mismo mes, donde hacen firmar a todos los vecinos del barrio lindero. Los vecinos funcionan como denunciantes y ayudan a que lo regulemos, pero a veces denuncian sin saber.
– ¿A qué conclusiones llegás con todo esto?
Pienso que lo más difícil es hacerlo cumplir. Está bien regulado, la legislación está bien pero fallan los organismos de control. Como te decía antes, el que ayuda es el vecino que actúa como fiscalizador, por eso tratamos de prevenir, trabajar con agrónomos y advertirles cómo funciona para que hagan las cosas bien y cuando lo vean y te denuncien ya sabes que la habilitación está y le das los detalles.
La idea es trabajar con los periurbanos, porque sino actuamos con una multa y esa no es la solución. Las multas no son caras, porque los módulos de un municipio tan chico son baratos. El objetivo no es multar sino molestar para que no pase.
Además, hoy la presión social es más alta, los productores saben que los vecinos van a denunciar. Se debe cumplir con todo, y no solo a nivel local sino provincial y nacional. Por este motivo se recurre a los que saben. El Ing. Agrónomo tiene que estar cuando se prepara el mosquito.